Ignacio (pastor del Prepirineo) y Antonio de la Fuente
[Tiempo estimado de lectura: 15 minutos]
No se me ocurre mejor lugar que éste (charla en el último encuentro de Pastores en Resistecia; Bohoyo, Ávila, 2023), para hacer un análisis crítico y denuncia de lo dañina y perjudicial que ha sido, es, y será la PAC para el mundo rural y el campesinado en general, y para los pastores más concretamente.
Desde todos los gobiernos, instituciones, sindicatos agrarios y otras organizaciones afines, alimentados todos de abundante dinero público, interesadamente, nos venden continuamente una reta hila de supuestas bondades de la PAC, sobretodo centradas en el apartado de las “salvadoras” subvenciones al sector agrario, considerándola como la única tabla de salvación para los agricultores y ganaderos, que impide que nos arruinemos y podamos seguir con nuestra actividad y forma de vida.
Igual que con todas las políticas de Estado, es muy fácil entender que todas las instituciones y corporaciones involucradas en diseñar, gestionar y administrar la PAC, y que viven de, y para, la PAC, se van a esforzar en defenderla como buena e imprescindible para el sector agrario. En muchos casos incluso se creen sinceramente su desastroso y equivocado discurso.
En este ejercito de defensores de la PAC tenemos desde gente consciente de lo dañina que es para el campesinado y la defienden por propio interés, a gente ingenua y engañada (o que se ha dejado engañar) que la consideran como imprescindible e irrenunciable para el sector.
Uno de los objetivos de este debate sería intentar destapar el colosal fraude que supone la PAC.
Los objetivos y excusas principales por las que la UE (con el permiso de sus Estados miembros, que son en realidad quienes lo forman) se auto otorgan la competencia en materia de política agraria, y según sus textos y discursos oficiales son:
1. Garantizar la soberanía alimentaria de los europeos, en cantidad y calidad, incentivando la producción agraria abundante a precios asequibles a la población europea.
2. Garantizar una producción agraria sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
3. Garantizar un adecuado bienestar animal.
4. Garantizar una renta digna al agricultor y ganadero, en compensación por hacer cumplir los tres puntos anteriores, y mantener una viabilidad económica de la actividad agraria y el mundo rural.
Pues bien veamos el grandísimo éxito de los objetivos auto exigidos por los altos funcionarios de la PAC y para lo que se han gastado billones de euros de los impuestos a la población, en ayudas públicas y en personal que gestiona la PAC:
1. Garantizar la soberanía alimentaria
Según todos los estudios sociales y económicos publicados, la cesta básica alimentaria de la compra para la mayoría de familias cada vez es más inaccesible, resaltando que las familias de rentas bajas no pueden acceder a productos básicos para una buena nutrición. Por ejemplo, en un país con 4 millones de hectáreas de regadío, tenemos en los supermercados tomates a 4 euros el kilo, costillas de cordero a 24 euros el kilo, aceite de oliva a 12 euros litro, precios prohibitivos para buena parte de la población.
En términos relativos y absolutos, el resultado de la PAC respecto a garantizar buenos alimentos a buenos precios ha sido un auténtico desastre. Y respecto a la calidad de los alimentos todavía peor. Todos los nutricionistas coinciden que cada vez son peores los alimentos, algo que era de esperar, pues la apuesta de la UE por la ganadería y agricultura industrial a base de pesticidas y abonos químicos, han destrozado suelos agrarios, alimentos, animales de granja, etc.
2. Garantizar una producción agraria sostenible y respetuosa con el medio ambiente
En cuanto al objetivo de garantizar una producción sostenible, decir, que desde la implantación de la PAC hace 40 años, se han multiplicado por 10 el uso de pesticidas y multiplicado por 3 el uso de abono químico de síntesis, tóxicos para el productor, el consumidor, y para el medio ambiente. En 40 años de PAC y desde la actividad agraria se han contaminado ríos, tierras, acuíferos, aire, etc., hasta dejarlos inertes. Si fuéramos a poner nota al cumplimiento de este objetivo PAC, le pondríamos un Cero.
3. Garantizar un adecuado bienestar animal
Respecto a los objetivos de bienestar animal, en 40 años de aplicación de la PAC, se ha disparado el número y tamaño de las explotaciones industriales e intensivas. Se ha pasado de una ganadería extensiva a base de pastos, con animales en libertad o semilibertad, a granjas industriales pestilentes con miles de animales enfermos y hacinados que no ven jamás la luz del sol.
4. Garantizar una renta digna al agricultor y ganadero
Finalmente, en cuanto al objetivo PAC de garantizar la renta del agricultor o ganadero y asegurar su viabilidad económica, consecuencia de la “maravillosa” PAC, han cerrado por quiebra económica y cansancio de tanta normativa burocrática, el 90% de las pequeñas y medianas explotaciones agrarias y ganaderas. Esto demuestra la cruel falsedad y estupidez de defender que la PAC es fundamental para “salvar” al tejido agrario y ganadero. La PAC ha supuesto la ruina para la mayoría del tejido agrario.
Conclusión respecto a lo anterior
Si después de 40 años de aplicación, la PAC nos ha traído una grave pérdida de soberanía alimentaria, se han destrozado y contaminado como nunca nuestros suelos, ríos, acuíferos, y medio ambiente, cada vez hay más y peor ganadería industrial con las peores condiciones de bienestar animal, han cerrado por quiebra y asfixia económica el 90% de ganaderías, con todo esto, no hay ninguna excusa para no calificar a la PAC, como una política criminal diseñada desde arriba para objetivos totalmente contrarios a lo que predican los altos funcionarios desde Bruselas.
A partir de lo anterior surgen varios debates o cuestiones ¿cuáles son los verdaderos objetivos que han buscado los diseñadores de la PAC?
1. Siempre es el primero, como todas las políticas de Estado, ganar cuotas de poder, dominar y controlar, restar soberanía individual y popular. Con la PAC, los altos funcionarios y gobernantes estatales y supraestatales controlan todo lo relativo a la producción de un bien tan básico como la alimentación. Así siguen y siguen con su estrategia absurda e irracional (racional para su lógica de poder), de crecimiento de estructuras de poder y dominación.
2. Relacionado con lo anterior, aniquilan lo poco que queda de una sociedad mínimamente libre, el mundo rural tradicional, no contaminada de la adoración al progreso y el Estado, por ser lo poco que queda de una sociedad que no necesita al ente Estatal. No soportan que queden rincones de sociedad soberana que no legitima la propia existencia del Estado. Con la asfixiante normativa europea, y las dañinas subvenciones que buscan comprar voluntades y la aprobación de tales políticas, se pretende anular la poca libertad de conciencia y económica que sobreviva.
3. Favorecer, incentivar y enriquecer a las multinacionales del agro-negocio, empresas de fabricación y distribución de pesticidas, hormonas, productos veterinarios, corporaciones de ganadería industrial, industria de tractores y maquinaria agrícola pesada, etc. Así, en esa simbiosis entre Estados-UE y grandes corporaciones, los primeros hacen políticas y normativas, para enriquecer a las segundas y estas corporaciones lo devuelven con creces con parte de sus ganancias en forma de recaudación fiscal para los estados, para mantener la gigantesca maquinaria y estructura burocrática del aparato estatal y supraestatal europeo.
4. Retribuir y mantener un ejército de políticos y altos funcionarios, sindicalistas agrarios, etc., que por depender de la existencia de la PAC, van a legitimar y defender toda la estructura parasitaria europea. Es difícil dar una cifra exacta, pero se puede estimar para nuestro país, que entre 100.000 y 200.000 personas viven de redactar, aplicar, controlar, inspeccionar, divulgar, diseñar la PAC y su normativa, desde simples funcionarios de base, hasta gestorías privadas, sindicatos agrarios, oenegés, empresas públicas, hasta los costosísimos altos funcionarios y miles de políticos-PAC. Una red clientelar de la UE colosal que, en mayor o menor medida, siempre va a legitimar y defender la PAC o las nuevas PACs que nos quedan por ver, si no tomamos cartas en el asunto. En este capítulo de gestión de la PAC la UE no escatima en presupuestos. Se puede estimar que financiar a esos 100.000-200.000 trabajadores que gestionan, divulgan y viven al calor de la PAC, mas financiar todas sus oficinas, dietas y logísticas, supone una cantidad enorme de gasto público.
Propuestas desde la visión de la Revolución Integral (propuesta de máximos)
Para deslegitimar, cuestionar y terminar por abolir la PAC, sería necesario:
- Dejar de seguir pensando que los estados nos van a solucionar todo,porque lo cierto es que no solucionan nada, o todavía peor, son los que crean los problemas a los que nos tenemos que enfrentar.
- Si es posible, evitar entrar en el juego de las subvenciones de la PAC.
Por ejemplo, la ganadería extensiva, sin PAC, es viable si tienen valor añadido: transformación de productos lecheros, con o sin venta directa, o venta de carne con alto valor añadido (de pasto). "Por poner el ejemplo en términos económicos. Una cabra de leche, que se le sacan 1,5 cabritos vendidos directamente al particular, se ordeña 6 meses, se hace queso y se hace venta directa, puede dar unos ingresos brutos de 300 €. En este caso, las potenciales subvenciones PAC (unos 30 € de media por cabra), representan "sólo" un 10% de los ingresos, y no resulta, a bulto, tan difícil renunciar a él. En cambio a una cabra de carne que venda sólo 1,5 cabritos al año al mayorista, tiene unos ingresos brutos por cabra de 90 €, y en este caso, renunciar a 30€ de subvención si puede ser difícil". Por esto, sería recomendable apostar por proyectos agrícolas y ganaderos que no dependan de las subvenciones PAC. Ponemos un ejemplo: Número de cabezas necesarias para que sea viable vivir sin PAC: "Como hay unos gastos fijos, impepinables (pastos, arriendos o amortización instalaciones, seguridad social, autónomos en el caso de que se quiera, etc.), hace falta tener cierto número de animales para sacar algo en limpio. Por ejemplo, en ovejas de ordeño, si pagas 6.000 € al año en gastos fijos, pastos, aprisco, seguridad social, amortización quesería, etc., e ingresas 200 € por oveja en venta de leche y corderos, tenemos que lo que sacas de las primeras 30 ovejas se necesita para los gastos fijos. Empiezas a ganar a partir de la oveja número 31. Pues bien, con un rebaño de 40 ovejas, se puede decir que el beneficio limpio es lo que sacas de 10 ovejas y 30 para gastos fijos. Con 50 ovejas, ya duplicas beneficio respecto a un rebaño de 40. Y así sucesivamente. Conclusión, aunque uno apueste por un rebaño mínimo, modesto, si se pretende vivir mínimamente de él, sin ninguna ambición dineraria, mi consejo es recomendar sacar alguna cuenta, y la rentabilidad está mucho más cerca de lo que parece". Lo mismo puede servir para otros proyectos agrarios o ganaderos.
- Que los productores pasaran a producir de forma local y suficiente, poniendo un auto limite a la concentración económica, que lleva a la explotación. De forma respetuosa con la naturaleza y utilizando la sabiduría popular junto con las nuevas tecnologías, éstas con mucha limitación, siempre y cuando se reflexionara su apropiada función sin coste moral, social ni creen una dependencia insalvable.
- El consumidor, pero también el productor, ha de dejar el camino de la comodidad,ypasarse al camino del esfuerzo. Esfuerzo por saber, esfuerzo por mejorar, por hacer las cosas no por su único interés, sino por unos valores que ayuden a mejorar la vida de todos, tomando responsabilidades y no delegando todo en el aparato estatal. Lo más importante, quizás, es concienciar al consumidor de la importancia y necesidad de su función: Comprar producto local o nacional directo del productor (para no pagar precios iguales en supermercados sin que reviertan en la economía local a través de la ganancia directa de quién produce).
- Una desobediencia civil masiva y progresiva (proporcional al aumento de conciencia de los individuos), llegando a una masa crítica que deje de pagar las cotizaciones a la SS y los impuestos, y se aparte de los cauces del Estado y el gran capitalismo para dejar de alimentarlo, y pasar a un sistema de producción y mercado local organizando un sistema de autogobiernos locales en asambleas.
- El consumidor al tomar conciencia de esto: podría dejar de gastar en cosas innecesarias (consumismo) como ropa, artículos varios, ocio recreativo, viajes turísticos, etc., y pagar más por su comida y otros bienes y servicios locales necesarios, generándose así una competencia libre y natural.
- La gente común gasta demasiado en vivienda y energía. Sería necesario promover un cambio del sistema en estas materias. Pasando a una economía comunal de las mismas (consultar las Bases para una Revolución Integral).
- Fomentar la confianza y apoyo en nuestros iguales: vecinos, compañeros, compañeras, etc. y no en la competencia egoísta y desleal, la traición y la falta de valores éticos de apoyo mutuo, que impulsa el sistema de Estado. Fortaleciendo las comunidades y a sus miembros. Son ellas y no el Estado los que deberían gobernar.
- Recuperar los mercados locales o tiendas comunales sin regulaciones estatales y empezar a regular con el derecho consuetudinario, el derecho de la gente, creado en asambleas soberanas.
- Recuperar los comunales robados y finiquitados con la PAC y restaurar su verdadera cosmovisión, libre del Estado y la Gran Empresa que desean recapturarlos. Estudiar y explorar estrategias de recuperación de tierras y bienes comunales; compras colectivas, ocupaciones, exigir a concejos y Ayuntamientos, compra y recuperación de tierras para uso vecinal, etc. Es imprescindible el acceso a la tierra verdaderamente comunal, es decir gobernada por la gente común en democracia directa por asambleas soberanas.
- La soberanía alimentaria realmente trata de que un país o región sea capaz de autoproducir la comida que ésta consume, lo que excluiría la dependencia de la importación o la exportación. La producción agrícola o ganadera ha de ser popular,que significa,hecha por el pueblo, por todo el pueblo (o la mayoría), por lo tanto rompe con la dicotomía de productor especializado/consumidor puro, de forma que todos seamos a la vez consumidores y participemos en alguna medida en la producción alimentaria, lo que implica por tanto una vuelta al campo del grueso de la población. Y ha de ser casera,siendo su principal objetivo la autosuficiencia familiar y comunitaria, y solo en segundo lugar la venta al mercado de los excedentes. Si no está orientada al mercado, la producción será siempre local, si es para autoconsumo ya será ecológica y sin pesticidas, por puro sentido común.
Teniendo en cuenta esto, un dato a tener en cuenta, es que el 80% de la producción agroganadera de la península ibérica está destinada a la exportación, siendo el porcentaje del PIB español del sector primario solo del 2,7% en 2017 y del 46,4 en 1901. Además el sector primario actualmente aporta un empleo del 4% de la población. Podéis sacar conclusiones.
En el libro recién publicado Bases para una revolución integral, ofrecemos lo que nadie se atreve a ofrecer, poniendo todo tipo de excusas -como que la gran parte de la gente está dormida o no quiere hacer nada-. Ofrecemos soluciones. Un plan. Pero un plan sin Poder Concentrado, sin Estado y sin Capitalismo, sin partidos políticos. Donde las personas de una vez, retomen la responsabilidad de sus vidas y la toma de decisiones sobre sus asuntos. Un plan de democracia directa, que solo podrá ser ejecutado en territorios locales. Que solo puede estar listo, cuando las personas se miren a su propia cara de indiferencia, de miedo y de cobardía, para dar un salto hacia su reconstrucción individual, retomando el camino de la vida épica y heroica, que esté dispuesta a dar un gran paso en su vida por un cambio completo de la sociedad. Te animamos a su estudio y a sumarte a las fraternidades por territorios que se van a crear próximamente.
Añadir comentario
Comentarios