Editorial 14 El conflicto Irán-Estado sionista y la guerra mundial en formación

Publicado el 1 de mayo de 2024, 11:00

Por Félix Rodrigo Mora

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Las hostilidades entre esos dos países vienen de lejos. Irán, una dictadura clerical-fascista musulmana ampliamente rechazada por su población, necesita de la violencia y la guerra para varios fines. Uno es generar una ola de patriotismo iraní/persa que alinee con el gobierno criminal de los ayatolás a una parte mayor del país. Otro es realizar su afán imperialista, para ser un gran poder regional, interviniendo con tal objetivo en Siria, Líbano, Gaza y otros territorios. Está también su rivalidad, milenaria, con Arabia de los Saud, avivada por el temor a que el acercamiento entre éste e Israel culmine en una coalición contra él.

 

Irán es el octavo productor mundial de petróleo y los ingresos que esto le reporta están siendo gastados por los clérigos chiís en viles aventuras imperialistas, en militarismo. Eso está multiplicando la inflación, pobreza y escasez en el país, lo que refuerza la oposición e insurgencia en la calle contra el fascismo musulmán, hasta un punto de hacer creíble un levantamiento popular revolucionario a corto o medio plazo[1].

 

Los ayatolás constatan que el suelo tiembla bajo sus pies y están en una permanente huida hacia adelante.

 

Al volcarse en “apoyar” a los palestinos, Irán busca convertirse en cabeza del mundo islámico, ganándose a los sectores que están descontentos con la claudicación de las monarquías petroleras musulmanas ante el Estado sionista, por lo que aquéllas se niegan a otorgar ayuda a la población de Gaza, ni siquiera humanitaria.

 

Todo este complejo y embrollado conjunto tiene sus raíces últimas en el modo tan sangriento como en 1979 fue establecida la república islámica de Irán, por medio de matanzas espantosas, en particular de izquierdistas, feministas y progresistas, lo que ha convertido a buena parte de la población del país en radicalmente enemiga de la clerigalla musulmana en el poder. Para reconducir esa situación, y por otras causas, el régimen iraní juega desde sus orígenes la baza del “antiimperialismo”, con continuas invectivas contra EEUU, habiéndose aliado con Rusia (por tanto, con China), a quien proporciona una parte del armamento que utiliza en la guerra de agresión contra el pueblo ucraniano.

 

Esto es decisivo para comprender lo que esta pasado. EEUU y la OTAN fueron derrotados en Siria, en la guerra de 2012-2018, precisamente por Irán y por Rusia, y desean vengarse. Una expresión de ello fue el asesinato en 2020, por un misil USA, del general iraní Q. Soleimani, el estratega que venció a los occidentales en el conflicto sirio, una derrota patética e incluso ridícula, que evidencia la debilidad estratégica de aquéllos. Ahora, el ente sionista, siguiendo instrucciones de sus amos yanquis, está hostigando a Irán como castigo por su alianza con Rusia y por todo lo anterior.

 

Si con ello logran desestabilizar al régimen de Teherán habrán alcanzado una victoria estratégica, al neutralizar a uno de los países abiertamente enemigos en el duelo por la hegemonía mundial entre Rusia y China, por un lado, y EEUU, la UE y la OTAN por otro. Si cae Irán, lo hará también Siria, con la consiguiente expulsión de Rusia de ese país, donde tiene una importante base militar. Para una probable guerra contra Irán-Siria, EEUU cuenta con la alianza entre Arabia Saudí y el Estado de Israel, lo que sería la reversión de su derrota en 2018 en ese país, y un paso enorme hacia una guerra total, mundial. Por el momento, Irán, al verse atacado, es probable que reduzca su aportación armamentística a Rusia, lo que significaría un alivio para Ucrania, que va perdiendo la guerra[2].

 

Para más adelante, con toda esa zona en manos del imperialismo occidental, con sionistas y musulmanes bajo el mando de EEUU, podría llegar a ser una plaza fuerte desde la que atacar a Rusia-China en su flanco sur. Esto puede parecer demasiado fantasioso, pero cosas más tremendas se han visto en la historia de la alta estrategia.

 

Israel tiene a su favor la cohesión de su población, mayoritariamente alineada con “su” Estado por el temor a ser exterminada por el homicida antisemitismo musulmán circundante. Pero en la guerra con Hamás en Gaza está manifestando que su máquina bélica no es lo que fue. EEUU desea terminar el conflicto en esta zona para unir a unos y otros contra su enemigo principal, Rusia-China.

 

El mundo, todo él, está cada vez más sobrexcitado por la fiebre de la guerra planetaria. Ésta sólo puede ser evitada y, cuando estalle, detenida, si los pueblos del mundo se alzan en insurrección contra la guerra y contra sus causas, la razón de Estado y la codicia capitalista, cristalizadas como furia imperialista y hegemonista por ambos bandos.

 

Apoyo, por tanto, la acción revolucionaria del pueblo iraní contra el clero islámico, tanto como la del pueblo judío contra el régimen sionista. Los pueblos son nuestros amigos, todos, y los Estados nuestros enemigos, todos. Quienes tomas partido por uno de los dos bandos imperialistas enfrentados son unos desalmados, unos reaccionarios, unos inmorales, unos canallas.

 

Félix Rodrigo Mora

felixrodrigomora.org

 

[1] Jorge Verstrynge, en su libro, de 2005, “La guerra periférica y el islam revolucionario”, se deshace en elogios del fascismo de los ayatolás musulmanes. Es sabido que las ideas de este sujeto son una suma de necedades, errores y desinformación, pero en tal libro se supera a sí mismo. Estuvo financiado por el chavismo venezolano, que lo hizo texto de estudio obligatorio en las academias militares de su país, lo que provoca la risa, dado que como análisis es un truño, puro petardeo. Verstrynge, neonazi en su juventud, pues estuvo con los Guerrilleros de Cristo Rey, luego se aproximó a Podemos, con lo que une en su persona todas las formas de fascismo, de derechas, de izquierdas e islamofascista. Él es una prueba más de lo mucho que gusta el islam a todos los fascistas, pues Podemos, el partido estalinista hoy en liquidación, fue financiado por los ayatolás iranies. Como dice el refrán, “Dios los cría y ellos se juntan” … Por lo demás, el tiempo transcurrido ha ido demoliendo todas y cada una de las lúgubres tonterías de Verstrynge, en particular lo de que el islam es “revolucionario”. Ahora, como fascista vocacional, apoya a Putin. Además de eso es feminazi, racista (siempre lo ha sido), pro capitalista, estatista y militarista.

[2] Perdiendo en el sentido territorial y operativo, pero no tanto en el de las bajas y daños. Que Rusia haya tenido ya unos 50.000 soldados muertos, dice bastante sobre la dureza de la guerra de Ucrania, y la dificultad para hablar, por el momento, de perdedores y vencedores. Dicho sea de paso, esa cantidad estremecedora de muertos en acción bélica se repetirá en la totalidad de los países participantes en la guerra mundial que viene, España entre ellos. Nuestra población de entre 18 y 45 años debe tomar nota de ello…

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