El camino de la vida

Publicado el 1 de febrero de 2024, 20:26

Por Alfredo Carreras, lector de VyR

Tiempo estimado de lectura: 7 min

 

La Editorial Acantilado ha publicado en fechas recientes un ensayo del famoso escritor ruso Lev Tolstoi, nunca traducido al castellano anteriormente, y que vio la luz en Rusia con posterioridad a la muerte del escritor, concretamente en 1911.

 

En El camino de la vida Tolstoi bucea en frases, opiniones y reflexiones pertenecientes al acervo filosófico y espiritual de la historia de la humanidad, de sus diversas escuelas, ramas y corrientes de pensamiento, todo ello encaminado a acercar al público, común y sencillo, tales ideas y ayudarles a buscar y abrazar una vida de bien, de paz, concordia, convivencia y libertad entre los hombres y mujeres del mundo y sus pueblos.

 

Libro extenso en páginas, el ruso defiende el desarrollo espiritual del individuo, su transformación interior como único camino para cambiar la sociedad y la vida. Su tesis central es vivir la vida del espíritu y alejarnos de la vida material, del apego al cuerpo, pues estos apegos hacen que nos mantengamos más cerca de una vida animal que verdaderamente humana.

 

También hay una crítica de las supersticiones y una defensa de la luz de la razón, incluyendo como superstición la creencia en la necesidad de un Estado, de unas leyes exteriores que dirijan nuestra vida, pues Tolstoi cree que el hombre realmente espiritual es el que se gobierna a sí mismo y busca la armonía en sus relaciones con el prójimo.

 

El sentido de la vida, para él, está en el amor mutuo, en su desarrollo y expansión, teniendo al Evangelio y a Cristo como uno de sus faros centrales. También critica el patriotismo, con su cortejo de odios y guerras, predicando la artificialidad de las fronteras, rechazando la división entre los hombres, su creencia en las nacionalidades, la creencia en que ser de un país te hace superior a otras gentes, así como las ideas de gloria y conquista.

 

En resumen estamos ante un ensayo vibrante y apasionante que te hace reflexionar, buscar o empezar a caminar hacia la luz , dejar germinar y crecer la semilla de Dios en nuestro interior e intentar vivir una vida de bien, lo que no implica poder tener alguna discrepancia con Tolstoi, como su condena de lo corporal. Pues, al fin y al cabo, si somos corporales, además de almas, es por algo, y ese cuerpo juega su papel, tiene sus derechos, y no deberíamos, en mi opinión, marcar una férrea frontera entre ambos, sino entenderlos conformando una unión.

 

También cabría cierta crítica a la idea de que con el cambio interior basta. Indudablemente este es básico, pero,¿ qué sucede, cómo actuamos, cuando habitamos en sistemas organizados y estructurados para destruir el espíritu, ahogarlo, impedir que brote una vida auténticamente espiritual, de comunión con los otros, como el capitalismo en el cual desarrollamos nuestras vidas de esclavos integrales, esclavos que para colmo de males se creen libres?. En este aspecto necesitamos crear un pensamiento y una praxis nueva, que una lo interior y lo exterior, la explosión del alma y la derrota de ese o esos sistemas, que han sido y son todos en la modernidad decadente.

 

Más allá de algunas discrepancias, les recomiendo vivamente dicho libro y que lo mastiquen lentamente y lo disfruten.

 

Alfredo Carreras

 

Artículo original:

https://alfrecarreras.blogspot.com/2023/11/el-camino-de-la-vida.html

 

 

 

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