Por José F.E. Maenza
Cuando los amigos de Virtud y Revolución me propusieron participar en su proyecto con la redacción de un breve texto, no supe de qué tema tratar. Más tarde, se me ocurrieron varios; si bien, por suerte, la reciente publicación de mi libro, y de Félix Rodrigo Mora, me brinda la ocasión perfecta para realizar un comentario al respecto. Tal libro se titula El conspiracionismo, la extrema derecha y el Estado.
Sin embargo, aunque sucinto, voy a procurar realizar un metacomentario. Esto es, un comentario poco habitual. Un comentario que va más allá, que intenta realizar un análisis de conjunto del significado de la obra.
En primer lugar, mi propósito es apaciguar la controversia surgida a raíz de su publicación, así como animar a su lectura reflexionada, pues lo urgente es llevar a cabo un análisis pausado y meditado en torno al fenómeno conspiracionista, alejado del fanatismo y la frivolidad habituales.
Mi admirado amigo Félix Rodrigo Mora, a pesar de su humildad intrínseca y autoexigida, ante todo, porque reniega de toda autoridad sobre el prójimo, ha aportado, como nadie, críticas y análisis objetivos respecto a las sociedades hodiernas, respecto a los graves problemas que encaran los Pueblos peninsulares, igual que los europeos y los del resto del mundo.
En otras cuestiones, Félix ha diseccionado magistralmente las religiones políticas, es decir, las ideologías reaccionarias inventadas o absorbidas por el poder constituido, por el Estado y sus acólitos, con el objeto de manipular, a la vez que controlar y someter, a la gente común.
Hasta hace pocos años, las principales religiones políticas habían estado ligadas a la izquierda (feminismo, inmigracionismo, ecologismo, animalismo, veganismo, pacifismo, etc.), ya que las élites poderhabientes se han valido de esa corriente ideológica para justificar y reforzar el Estado, pues su buenismo es tan potente como su estatolatría. Por ejemplo, el feminismo, hoy día convertido en una religión política oficial con su propio ministerio, ya fue analizado por Rodrigo Mora con exactitud antes de convertirse en lo que hoy es (1).
Las críticas de entonces hacia Félix y Prado Esteban, la única otra persona que se atrevió a denunciar abiertamente el feminismo de verdad, fueron brutales. Así mismo, ambos recibieron incontables insultos, amenazas, acoso, represión, censura, etc. Incluso, hostigaron tanto a Prado que dejó la vida pública sine díe.
En esta ocasión, un servidor es quien acompaña en la denuncia revolucionaria al señor Moura, recordando su origen galego; y, por primera vez, se denuncia una religión política de derechas, el conspiracionismo.
Como es lógico, esa religión política debe presentarse camuflada, puesto que la derecha carece de legitimidad subversiva; esto es, al defender sin ambages las jerarquías elitistas rara vez logra gran apoyo popular.
No obstante, en los últimos años, gracias al omnipresente Internet, las nuevas tecnologías y su gran capacidad propagandística-adoctrinadora, nuestras sociedades padecen un nivel de manipulación insólito, conque se ha logrado renovar esa antigua religión política de ultraderecha, el conspiracionismo, para convertirla en, supuestamente, “radical y subversiva”.
Al igual que el feminismo, con su misión de ocultar y reforzar al Estado, el conspiracionismo está siendo expandido por el poder constituido, al tiempo que está generando graves conflictos dentro de las clases populares. Las personas que asimilan tales religiones políticas se fanatizan, dejando a un lado el sentido común; así como quienes señalamos la verdad somos, y seremos, perseguidos.
Si nos fijamos en las experiencias previas, esto sólo es el comienzo. Pero estamos preparados. Quienes realmente apostamos por una revolución integral del mundo y el sujeto denunciaremos el conspiracionismo, tal como hemos efectuado con el feminismo, ahora, total y flagrantemente dependiente de las instituciones estatales; lo mismo que el paso del tiempo demostrará con aquél. Nuestro último libro sólo es el comienzo de esta lucha por la verdad.
José F.E. Maenza
(1) Pese a que publicó numerosos textos con anterioridad, el más importante es su libro Feminicidio o auto-construcción de la mujer. Volumen I: Recuperando la historia, del año 2014, elaborado junto a María del Prado Esteban Diezma.
Añadir comentario
Comentarios
El tema del conspiracionismo es un tema delicado. Es bueno ser revisionistas y descreídos de casi todo. El problema es que hay ciertos grupos que pierden la ecuanimidad por defender unos preceptos sin razonamiento alguno como pueda ser la tierra plana, las estelas químicas o el grafeno de las vacunas. Muchas de estas personas caen en los mismos defectos que el oficialismo perdiendo la credibilidad y dañando al resto de los descreídos.