Miscelánea de octubre

Publicado el 1 de noviembre de 2025, 16:55

Equipo de Redacción

-Un año más, se han otorgado los premios Princesa de Asturias, para mayor gloria de nuestra monarquía, con su exhibición de cercanía al pueblo astur, esquilmado de toda su riqueza ganadera y exhausto demográficamente gracias a los “gloriosos” años del reinado borbónico y sus políticas cosmopolitas. Todavía debe colear la revolución de los mineros asturianos y leoneses del año 1934, para que manden a los reyes, nueve décadas después, a hacerles la pelota. Muestra del talante ideológico de nuestros líderes, repasamos sucintamente tres premiados: el deportivo, Serena Williams, una mujer esclavizada por su padre para llegar a estrella del tenis, es galardonada por su brillante trayectoria deportiva fruto de dicha explotación infantil; en lo literario, Eduardo Mendoza, un lujurioso sin escrúpulos que reconoció desvergonzadamente en su discurso que en su opresiva educación “tenazmente me inculcaron las virtudes del trabajo, el ahorro y el decoro, gracias a lo cual salí vago, malgastador y un poco golfo”, todo un ejemplo de la sociedad actual, en la que un juntaletras puede ganar un jugoso premio literario sin saber redactar bien una sola frase, y en humanidades el coreano bien afincado en Alemania Byung Chul Han, que ha puesto toda su sagacidad filosófica en apuntalar la idea de que es imposible la revolución porque los hombres ya son rebaño y sólo una selecta pléyade de genios bienpensantes podrán pastorearles a buenos prados para evitar que se desmanden¹.

-Mientras el filósofo impasible peroraba sobre que la gente ha arrebatado el látigo a los poderosos para flagelarse ellos mismos, una manifestación de 6000 personas en Jaca convocada por el expresivo “Movimiento por la Dignidad de la Montaña” exigían la recuperación de la libertad de decidir en sus municipios y comarcas, sin estar supeditados a proyectos tiranicidas que buscan ser implantados bajo la promesa de prosperidad y bienestar, denunciando la farsa democrática y la renuncia a las dádivas del desarrollismo en beneficio de una libertad popular tal vez menos rica en lo material pero más digna, humana y vivificante².

-En Silicon Valley ha comenzado un nuevo capítulo del espionaje, bastante conocido desde matahari, con el nombre de “guerra sexual”. Ahora, exuberantes mujeres chinas y rusas bien preparadas son llevadas a lugares frecuentados por los frikis tecnológicos para poder emparentarse con ellos, casarse y tener hijos, y así estar bien adentro del enemigo y sonsacarles cuanto puedan del avance tecnológico de última generación³. La mentalidad asiática de “el individuo no importa, solo el Estado” está permitiendo que de forma natural mujeres, y hombres, acepten la instrumentalización de su vida para fines “mayores” que uno mismo, es decir, para mayor gloria de sus elites. Ver los vídeos de chinos occidentalizados donde te cuentan la mentalidad absolutamente mediatizada implantada en las universidades y la clase media, para conseguir poder y riqueza, y donde ya no existe ni amor ni verdad ni amistad, solo relaciones de poder, es escalofriante⁴.

-Se han publicado las nuevas ayudas (que al parecer serán, fundamentalmente, créditos y avales) aprobadas por el Gobierno y la Generalitat Valenciana para los afectados por las inundaciones de Valencia hace un año⁵. Muchos ceros aparentes a la vista y titulares rimbombantes, para apaciguar y hacer olvidar lo sucedido hace un año. El Estado mueve las cifras, sabe que con eso la memoria tiende a tornarse más olvidadiza. También mueve los reportajes informativos de homenaje, azuzando la emocionalidad, que tan buenos efectos tiene para tapar las políticas implementadas y los bochornos institucionales. Bajo el lodo, ya filtrado en las alcantarillas, quedó el “solo el pueblo salva al pueblo”. Ahora, los ingenieros alertan de falta de inversión y piden más presas⁶. El Estado todo lo arregla con dinero, con megaproyectos, con migajas, con absurdas explicaciones (“el cambio climático causó la tragedia”). Pedro Sánchez y todo el Estado seguirán estando bien. Nosotros recordamos a las víctimas, y también a la iniciativa popular, esa que nos mostró la humanidad del pueblo y la ruindad del Poder.