Olor a muerto

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“El Papa es un influencer con 1000 millones de seguidores”

La iglesia católica forma parte de lo que se ha venido en llamar el “soft power” , poder blando, aquellas instituciones que tratan de influir en la sociedad para conformar la cosmovisión más proclive a los intereses de dominio de los Estados que representa, en este caso los imperialismos occidentales, en lucha con competidores internos, sus sometidos, o externos, otras potencias extranjeras como actualmente China.

Su debilidad y senilidad hace ya tiempo se han hecho sentir entre la feligresía, con una caída progresiva de sus aforos a los oficios dominicales, junto con la poca o escasa relevancia en la sociedad, salvo para hacer de sparring de la progresía en su frenética defensa de transformar todas las virtudes de la moral cristiana (heredera de la cultura clásica) en vicios y viceversa, siguiendo fielmente el llamado delirante del papa laico Nietzsche y su transmutación de todos los valores. Y es seguramente este objetivo, desprestigiar las virtudes cívicas y personales latentes en el corpus cristiano, que puedan cuestionar en un futuro la permanencia de las instituciones jerárquicas estatales, el principal fin por el que se sigue sufragando esta institución descaradamente anticristiana como es el Vaticano.

Que la Santa Sede, el lugar de reunión del estamento más alto de la iglesia católica, es un nido de víboras, hace ya tiempo que es conocida. Después de los sínodos constantemente salen a colación los partidos, las inquinas, los tejemanejes de esta rancia y anacrónica institución, en acciones que harían enmudecer al mismísimo Maquiavelo¹. Además, los escándalos de la Banca Vaticano, el Banco Ambrosiano, con el blanqueo de dinero y casos de asesinatos de sus banqueros, la pederastia no castigada de un sector no desdeñable de sacerdotes, y las afinidades impúdicas de las altas personalidades eclesiásticas con grupos del Poder, ajenos y enemigos absolutos del ideal cristiano, hace que esta institución siga su camino decrépito al desprestigio, y con ello sirva de excusa perfecta al hedonismo consumista, inmoral y desvergonzado, que quiere imponer como forma de vida ejemplar nuestro sistema estatocapitalista.

En lo que toca a la historia contemporánea de la institución eclesiástica, los Papas no han hecho sino ser voceros de los intereses económico-políticos de Occidente en cada momento concreto. Cuando tuvo que ejercer de contrapeso a la pujanza del movimiento obrero a finales del XIX, el Papa León XIII publicó la encíclica “Rerum novarum”, para generar división en la conciencia popular en esos momentos de gran agitación y efervescencia, tratando de conciliar los intereses de los trabajadores con los empresarios y los gobiernos; en las épocas de las guerras mundiales, los cleros nacionales sirvieron de acicate chauvinista en el pueblo en defensa de sus patrias particulares, alentando y santificando la matanza entre cristianos en las trincheras; en la Europa de los años 30, el silencio cómplice del Papa ante las monstruosidades de las bandas fascistas en Italia, o el apoyo incondicional a la España franquista; el papel del papa Wojtyla en los años 80 y 90 en la gestión procapitalista del movimiento de masas en Polonia y en los Estados bajo la égida de la URSS que se desintegraba, o el carácter prowoke del último “representante de Pedro”, el Papa Francisco, haciendo permeable a los desheredados la aceptación del abandono de sus familias y culturas apoyando el éxodo migratorio, o aceptando los dogmas (sic) del movimiento LGTBI, claramente transhumanos, esterilizantes y hedonistas.

Doblegarse al Poder, ponerse de rodillas ante la Bestia…cómo ha cambiado el cuento desde que la Curia romana usurpó el nombre de Eklessia a las asambleas de hermanos, o incluso desde que el movimiento cenobítico expresó claramente su alejamiento de los centros de mando político formando comunidades en apartadas zonas despobladas para ejercer el ideal cristiano de fraternidad, trabajo, igualdad, repudio de riqueza…, Amor.

Este ideal sigue aun latiendo en muchos corazones de las gentes humildes, al igual que lo hizo entre los sacerdotes comprometidos con el pacifismo en la IGM y represaliados por ello, o los curas asesinados por el franquismo especialmente en el país vasco y más tarde en la Alemania nazi, y los igualmente masacrados en centro y Sudamérica por las milicias paramilitares auspiciadas por la operación Cóndor de la CIA…

De ahí que pese a los intentos torticeros de conciliación con el Poder desde la cúpula eclesiástica, se mantenga aun vigente la llama sodalicia que prendió el nazareno, de ayuda mutua entre hermanos y desprecio al César de turno, dentro y fuera de la Iglesia.

Ahora tenemos un nuevo pontífice, el Papa Bob, Robert Prevost, y ya hay gente que se ha apresurado a mirar debajo de la inmaculada sotana para encontrar la marca de suciedad en sus beatíficos calzoncillos: sospechoso de ocultar casos de pederastia mientras estuvo en Perú, y luchas de Poder con el llamado el “Sodalicio”, agrupación supuestamente ultracatólica (¿más papista que el papa?) por ganarse apoyos económicos y políticos. Vamos, nada inusual entre los jerifaltes mandantes en el alto estamento católico.

Pero más allá de esas cuestiones domésticas, hay una cuestión estratégica más de fondo, y es la elección por primera vez en la historia de un papa norteamericano, que ha estado 12 años en el Perú, justamente (qué casualidad) en el momento en que Trump lanza su cruzada antichina, en que necesita revitalizar el espíritu norteamericano con su lema MAGA², y donde el mayor puerto de entrada de mercancías asiáticas en el continente americano es Chancay, a 80 km de Lima, de aguas profundas ideal para megacargueros y para flota de submarinos³…Qué curiosa y oportuna la visita del vicepresidente norteamericano Vance el día previo de su muerte, toda vez que se conocía la precaria situación física de Francisco, seguramente para concretar con el resto de papables la idoneidad de Prevost como futuro sumo pontífce. Con ello, la elección de un norteamericano en tanto influencer máximum en la conciencia católica y con contactos también en el país andino que sirve de puerta al enemigo asiático, asegura un interesante aliado cuando las cosas sigan tensionándose ante el enemigo del otro lado del Pacífico.

Jesús Trejo

1 Los libros de periodistas expertos en asuntos vaticanos como Erik Frattini (La CIA en el Vaticano) o de Gianluigi Nuzzi (Vaticano SA), son demoledores. El Vatileaks, igualmente sirve como forma de sacar información ocultada.

2 “Make American Great Again”, hacer de nuevo grande a America (USA)

3 “China se agarra a Perú” le monde diplomatique, abril 2025, pg 6.