Por Antonio Hidalgo Diego
Balsa Kon-Tiki, en la que seis hombres arriesgaron sus vidas en 1947 porque «hay cosas más importantes que nosotros mismos» (Thor Heyerdahl)
Tiempo estimado de lectura: 4 min
Entre el 30 de agosto y el 1 de septiembre del presente 2024 se ha celebrado en Cataluña el 8º encuentro por la Revolución Integral que, a diferencia de los siete anteriores, ha tenido un carácter interno.
La desmovilización social, la pasividad, el miedo, la desconfianza en el prójimo, la soledad, la desesperanza, la tristeza y la dependencia material y psicológica de las instituciones estatales y empresariales son los elementos que definen, tristemente, la cosmovisión de nuestras gentes, especialmente la de los jóvenes. A día de hoy, la percepción mayoritaria es que la revolución no es solo arriesgada y demasiado exigente, sino innecesaria y contraproducente, incluso desconocida. Los policías están para ayudarnos, aplaudimos a los funcionarios del poder sanitario, Hacienda somos todos, ejercemos nuestro "derecho al voto", «Virgencita, Virgencita, que me quede como estaba» o «quítate de la cabeza esas tonterías, tampoco es tan incómodo vivir de rodillas», cantaban los Def con Dos antes de venderse al poder.
Vivimos con los pies en el suelo, así que las decenas de personas que asistimos al encuentro de la RI tenemos claro que la destrucción del Estado y de la gran empresa capitalista, la construcción de una sociedad con democracia directa y la recuperación de los bienes comunales son, en el presente, hazañas imposibles. Nuestro proyecto, resumido en el librito de autoría colectiva Bases para una Revolución Integral (disponible en Editorial Bagauda y que se puede descargar de forma gratuita en el sitio revolucionintegral.org) y expuesto con brillantez por Félix Rodrigo Mora en su obra culmen Manual de la Revolución Integral, de próxima publicación, es solo una semilla, unas bellotas que estamos sembrando por todo el territorio de Iberia a través de libros, vídeos, cursos, conferencias, debates y artículos como el presente. Cuando las condiciones nos empujen a la transformación social, las mujeres y los hombres de la RI estaremos dispuestos y preparados para trabajar en la construcción de una sociedad de la libertad, la responsabilidad, la convivencia, la virtud y la búsqueda de la verdad. A eso nos hemos comprometido en el 8º encuentro.
Un espacio en el que hablamos con libertad y compañerismo, con respeto y ánimo constructivo. El sistema de poder es más fuerte que nunca, pero muestra signos de descomposición y decadencia. El espectacular aumento del presupuesto militar y la recuperación del servicio militar obligatorio en Europa, las políticas totalitarias impuestas tras los atentados del 11-S y el COVID-19, la subida de los precios y de los impuestos, la pérdida de poder adquisitivo de las clases trabajadoras y el empeoramiento de las condiciones laborales, la agobiante imposición legislativa e ideológica del feminismo y la ideología de género o los conflictos étnicos entre europeos autóctonos e inmigrantes musulmanes… son elementos que anuncian una grave crisis del sistema de poder que comportará una dosis de sufrimiento extra para todos nosotros. Podemos cerrar los ojos y dejarnos arrastrar por la corriente de los acontecimientos o estar preparados para, aprovechando las circunstancias, ser protagonistas de nuestra historia y construir una alternativa viable y necesaria. En eso estamos los de la RI que, por desgracia, somos pocos y constituimos la única alternativa real al sistema de poder.
¿Qué nos diferencia de Alvise Pérez y del coronel Baños, de los influencers de la conspiración mundial y de los estalinistas de la nueva «izquierda patriótica», de los partidos de la ultraderecha identitaria y de los colectivos radicales de izquierda, feministas, animalistas o antifas? Que la Revolución Integral no pretende resolver los problemas de nadie sino que nos empuja a responsabilizarnos de nuestras propias vidas; que ninguno de nosotros busca el poder ni el beneficio personal, sino que actuamos por virtud cívica, sacrificando muchas horas de nuestras vidas por pura convicción personal; que la RI no promete un paraíso de goces y abundancia material, sino que hace una llamada a la épica, lo que comporta esfuerzo, dolor y sufrimiento en busca de un bien superior y trascendente.
Da igual la edad que tengas o si eres mujer o eres hombre; no nos importa dónde has nacido, cuál es tu idioma o tu orientación sexual; si vives en el campo o en la ciudad; si tienes pocas o muchas lecturas; si te ganas la vida en esto o en lo otro. Ponte en contacto con nosotros y empieza a trabajar por la Revolución Integral.
contacto@revolucionintegral.org
Añadir comentario
Comentarios